Ya se conocen, los ocho de los nueve concejales electos de un nuevo Concejo Deliberante, faltando solamente conocer quien es el noveno concejal que ocupara la ultima banca en juego, hasta el cierre de esta edición sería ocupada por la candidata radical Silvia Carolina Orozco o la candidata justicialista Marta Moroni.
Cualquiera que sea, quien ocupara la novena banca del Concejo Deliberante, se puede observar que la mayoría debutarán en la función política, excepto el reelecto concejal radical, Pablo Rubén Zoloaga, quien cumpliría su quinto mandato como legislador municipal.
El concejo, si en el supuesto caso de que ningún concejal electo renunciase, como se lo hiciere en otras ocasiones, el cuerpo estaría conformado por 78% de profesionales, de los cuales 60% ejercen la profesión de docentes, lo que según lo redacta en su Art. 18 inciso 1, se le es permitido, cumplir la doble función, tanto de concejal como docente. El cuerpo, además contará, con una profesional medica, la que deberá optar por ejercer la su profesión, como legisladora municipal o medica en la salud publica y no hacer como hicieron otros concejales que no importandole la Carta Orgánica Municipal, no dejaron de trabajar en el Hospital Local, donde además, sin corresponderle, hicieron uso de las casas del MSP, en el barrio Hipólito Irigoyen.
Mucho se dice y se comenta en la calle, con respeto a la renuncia de dos concejales en particular, donde una vez proclamados por la Junta Electoral, renunciarían para darles lugar a los candidatos que no pudieron obtener la suficiente cantidad de votos para llegar a ocupar una banca. De ser así, sería un nuevo engaño al electorado de nuestra ciudad, quienes pretendiendo elegir a sus representantes, estos por intereses personales o partidarios den un paso al costado y dejen “colgada” como se dice a la ciudadanía. Esta inconducta política usada en diferentes circunstancias, beneficio a concejales sin compromiso hacia la sociedad, desconociendo que un verdadero Concejo Deliberante, es la “Caja de Resonancia de una comunidad”.
Entre algunas propuestas de los electos, era trabajar por Rosario de la Frontera, en forma responsable y con gran empeño, otros propusieron un régimen horario para los concejales, otros dijeron llevar el Concejo Deliberante a los diferentes barrios de la ciudad, incentivando la participación popular, otros trabajar seriamente sobre un verdadero proyecto de urbanización y de turismo para nuestra ciudad. Mientras otros juraron fidelidad eterna al Ejecutivo municipal. Por eso es bueno, conservar las declaraciones de cada uno, de los que hoy, esperan el 10 de diciembre para ocupar una banca en el Recinto del Concejo Deliberante. Solo nos resta desearles un gran éxito a este nuevo Concejo que espera asumir.
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